Los factores de crecimiento.
El factor de crecimiento epidérmico, es capaz de aumentar el grosor de la piel, devolverle su elasticidad y firmeza, disminuir los efectos sobre la misma de la oxidación celular y eliminar arrugas.
¿Cómo se aplican los factores de crecimiento?
Una vez el paciente está en la consulta se le aplica en la zona a tratar una crema anestésica y se deja que actúe unos minutos, tiempo en el que permanece tranquilamente relajado. Luego se le extrae un poco de sangre a fin de obtener, casi sobre la marcha, el concentrado de plaquetas necesario. Y una vez conseguido el plasma rico en factores de crecimiento, se ozoniza en la misma jeringuilla y luego se introduce en la dermis mediante microinyecciones repartidas en esa zona.
Terminada la aplicación se procede a poner un producto relajante y descongestivo en la piel tratada. En total, desde que el paciente llega hasta que se marcha puede pasar algo más de una hora.
Es fácil de aplicar, porque se puede realizar en la consulta sin peligro para el paciente o el médico. Y no tiene efecto secundario alguno ya que es un implante autólogo. Por tanto, no hay posibles reacciones alérgicas. El único posible “inconveniente” es que, aunque las plaquetas se inyectan en la piel con una jeringuilla muy fina, puede notarse tras el tratamiento algún pequeñísimo punto morado dejado por la aguja en la zona tratada, pero desaparece rápidamente.